El mundo se ha detenido en un presente incierto que desde ahora será casi imposible no analizar: el COVID-19 y sus efectos sociales, económicos y culturales. Sin dejar de lado otras industrias, la crisis que vive actualmente el sector turístico es difícil de estimar.

Es un hecho que el sector turístico requerirá una mayor protección para iniciar su recuperación de cara al futuro, de manera que los países más afectados puedan mitigar los efectos de una posible recesión económica a largo plazo. La Organización Mundial de Turismo indicó que el crecimiento para el 2020 tendrá 3 puntos porcentuales negativos comparado con el 2019.